El Bayer Leverkusen inicia un nuevo sendero en la Champions League 2025/26 con una expectativa particular : la presencia de tres argentinos que despiertan atención tanto en Alemania como en Sudamérica. Exequiel Palacios, parte de equilibrio en el mediocampo; Equi Fernández, flamante refuerzo que llega con hambre de consolidarse en Europa; y Claudio “Diablito” Echeverri, una de las joyas más prometedoras del fútbol argentino.
El estreno no va a ser sencillo. El grupo dirigido por Kasper Hjulmand va a visitar al FC Copenhague en el Parken Stadion, un escenario tradicionalmente complejo para los oponentes extranjeros. El cuadro danés, que viene de eliminar al Basilea en las rondas previas , se muestra como un contrincante incómodo: apuesta por la intensidad, el control del balón y las transiciones veloces para complicar a sus contrincantes. Su referencia ofensiva, Andreas Cornelius, quiere explotar esta ocasión para verse tras superar una extendida lesión.
Para Leverkusen, el desafío pasa por ratificar una identidad que todavía está en construcción. El club alemán inició la Bundesliga con avatares , lo que derivó en la salida prematura de Erik ten Hag y la llegada de Hjulmand como nuevo conductor. Aun así , el equipo mostró una reacción en la última fecha con un sólido triunfo 3-1 frente Eintracht Frankfurt, resultado que encendió una luz de promesa de cara al debut en todo el mundo.
En ese contexto, los argentinos consiguen un rol clave. Palacios, vencedor de todo el mundo con la Selección, aporta experiencia y temple en un mediocampo que necesita equilibrio. Equi Fernández, tras brillar en Boca, busca hacerse un espacio en la dinámica alemana y consolidar su proyección internacional. Y el “Diablito” Echeverri, solamente en el inicio de su trayectoria , lúcida ilusión por su talento y desparpajo, siendo una carta de desequilibrio para los minutos finales o como revulsivo sorpresa.
La historia entre los dos equipos es escasa: unicamente se confrontaron en la fase anterior de la Champions 2014/15, con dominio alemán. Sin embargo , el Parken Stadium suele ser un bastión difícil y Copenhague confía en su localía para ofrecer el golpe. El árbitro del encuentro va a ser el esloveno Slavko Vincic, de vasta experiencia en competiciones de europa.
El Leverkusen no hace aparición en el conjunto de preferidos para alzar la Orejona, pero con una plantilla renovada y el aporte sudamericano de sus jóvenes figuras, busca comenzar con el pie derecho y dar de comer la ilusión de llegar lejos en la competencia. Para los argentinos, este estreno no solo es un partido de fase de grupos , sino también una vitrina europea para mostrar todo su potencial.